En los años 80, los Estados Unidos impusieron un arancel del 100% a prácticamente toda la electrónica japonesa y obligaron a Tokio a firmar un acuerdo comercial unilateral que reservaba gran parte de su sector nacional de semiconductores a las empresas estadounidenses.
Un acuerdo comercial de 15 miembros de Asia meridional que incluye a China y el Japón ha puesto en evidencia a Occidente que su influencia en la región está disminuyendo y posiblemente se ha acabado.