JESSICA BUXBAUM
El pasado fin de semana, el periódico israelí Local Call filtró un documento oficial del gobierno israelí en el que se recomendaba lo que los palestinos han estado diciendo que Israel ya está intentando ejecutar con su guerra contra Gaza: el traslado forzoso de los 2,3 millones de habitantes palestinos de Gaza a la península egipcia del Sinaí.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu reconoció que la propuesta del Ministerio de Inteligencia existe. Aún así, la desestimó en una declaración al Times of Israel como un «documento conceptual, como los que se preparan en todos los niveles del gobierno y sus agencias de seguridad».
Sin embargo, las acciones israelíes, la información que circula y el apoyo internacional indican que esta política sobre el papel se está convirtiendo rápidamente en la política sobre el terreno.
DEL PROYECTO DE POLÍTICA A LA REALIDAD
El documento fechado el 13 de octubre insta a Israel a «evacuar a la población civil [de Gaza] al Sinaí», primero estableciendo ciudades de tiendas de campaña y luego construyendo nuevas ciudades en el norte del Sinaí. Tras el reasentamiento, el documento recomienda «crear una zona estéril de varios kilómetros dentro de Egipto y no permitir que la población vuelva a la actividad o a residir cerca de la frontera israelí.»
Netanyahu ya está intentando poner en marcha este plan. La semana pasada, el primer ministro israelí intentó convencer a los líderes europeos de que presionaran a Egipto para que aceptara a los refugiados de Gaza, según el Financial Times. Sin embargo, diplomáticos de Francia, Alemania y el Reino Unido descartaron la idea, alegando el enérgico rechazo de Egipto al desplazamiento de palestinos de Gaza.
Ante el fracaso de esa vía, Netanyahu habría propuesto ahora condonar una gran parte de la deuda egipcia a través del Banco Mundial para incentivar al país a acoger a la población de Gaza.
«Todo lo que se detalla en este documento en cuanto a las modalidades es todo lo que estamos viendo ahora mismo», declaró a MintPress News la abogada internacional de derechos humanos Diana Buttu.
La primera fase del plan detalla el bombardeo aéreo israelí de la sección norte de la Franja de Gaza y el traslado de la población de más de un millón de personas al sur. La segunda fase esboza la invasión terrestre de Israel, que comenzará en el norte y luego se apoderará de toda la región.
«Comprimir a los palestinos a zonas cada vez más pequeñas puede ser sólo el primero de lo que en última instancia será el cumplimiento de estos planes sobre el papel», declaró a MintPress News Adam Shapiro, director para Israel y Palestina del grupo de derechos Democracia para el Mundo Árabe Ahora (DAWN).
El controvertido documento del Ministerio de Inteligencia no es el único documento político que recomienda el traslado forzoso de 2,3 millones de gazatíes a Egipto. El think tank israelí de seguridad Misgav (o Instituto para la Seguridad Nacional y la Estrategia Sionista) publicó el 17 de octubre un documento escrito por el investigador de Misgav Amir Weitmann, titulado «Un plan para el reasentamiento y la rehabilitación final en Egipto de toda la población de Gaza: aspectos económicos». Weitman es un activista del partido Likud de Netanyahu y, al parecer, un estrecho colaborador de la ministra de Inteligencia, Gila Gamliel.
El informe pide que «Israel…[traslade] al mayor número posible de gazatíes a otros países; cualquier otra alternativa, incluido el gobierno de la AP, es un fracaso estratégico. Por lo tanto, la población de Gaza debe ser transferida al desierto del Sinaí y los desplazados absorbidos en otros países».
Misgav publicó el documento en X (antes conocido como Twitter) junto con un tuit en el que esbozaba los argumentos centrales del documento. El post fue eliminado tras la reacción generalizada.
El tuit original decía:
Existe actualmente una oportunidad única y poco frecuente de evacuar [sic] toda la Franja de Gaza en coordinación con el gobierno egipcio. Se necesita un plan inmediato, realista y sostenible para el reasentamiento y la rehabilitación humanitaria de toda la población árabe de la Franja de Gaza que se alinee bien con los intereses económicos y geopolíticos de Israel, Egipto, Estados Unidos y Arabia Saudí.
- En 2017, se informó de que hay alrededor de 10 millones de viviendas vacías en Egipto, de las cuales aproximadamente la mitad están construidas y la otra mitad en construcción. Por ejemplo, en las dos mayores ciudades satélite de El Cairo… hay una enorme cantidad de apartamentos construidos y vacíos propiedad del gobierno y de partes privadas, y zonas en construcción suficientes para albergar a unos 6 millones de habitantes.
- El coste medio de un apartamento de 3 habitaciones con una superficie de 95 metros cuadrados para una familia gazatí media de 5,14 personas en una de las dos ciudades indicadas es de unos 19.000 dólares. Teniendo en cuenta el tamaño actualmente conocido de toda la población que vive en la Franja de Gaza, que oscila entre 1,4 y aproximadamente 2,2 millones de personas, se puede estimar que la cantidad total necesaria y que se transferirá a Egipto para financiar el proyecto, será del orden de 5.000-8.000 millones de dólares.
- Inyectar un estímulo inmediato de tal envergadura en la economía egipcia proporcionaría un beneficio tremendo e inmediato al régimen de al-Sisi. Estas sumas, en relación con la economía israelí, son mínimas. Invertir unos pocos miles de millones de dólares (aunque sean 20 ó 30 mil millones) para resolver esta difícil cuestión es una solución innovadora, barata y sostenible.
- No cabe duda de que, para que este plan se haga realidad, deben darse muchas condiciones simultáneamente.
- Actualmente, estas condiciones son óptimas, y no está claro cuándo surgirá otra oportunidad semejante, si es que alguna vez se presenta.
Misgav publicó posteriormente otro artículo relacionado con Gaza titulado Hamas Enjoys Widespread Support Among Gaza’s Population, escrito por el miembro de Misgav Yishai Armoni el 19 de octubre.
En este ensayo, Armoni detalla el considerable apoyo de que goza Hamás entre sus electores, escribiendo:
«A pesar de las afirmaciones que se hacen ahora de que la mayoría de la población de Gaza desea la paz y está cautiva de Hamás, los datos y pruebas recogidos durante las dos últimas décadas demuestran sistemáticamente lo contrario. Hamás goza de un amplio apoyo entre la población civil de Gaza».
El documento concluye a continuación «que las afirmaciones sobre la existencia de una clara demarcación ideológica o política entre la mayoría de los residentes de Gaza y Hamás son totalmente infundadas».
Aunque Armoni deja claro que no confunde a los civiles con los militantes de Hamás, sí señala que la popularidad de Hamás entre los residentes de Gaza debe tenerse en cuenta «en lo que respecta a las decisiones relacionadas con la campaña militar, y a los acuerdos de posguerra en la Franja de Gaza».
El Instituto Misgav no respondió a las peticiones de MintPress News para comentar estos documentos de posición.
El asesor jurídico israelí Itay Epshtain explicó en las redes sociales cómo los puntos de vista expuestos en los recientes documentos de Misgav ya se están traduciendo en acciones.
Según los panfletos lanzados desde el aire sobre el norte de Gaza por el ejército israelí, cualquiera que no se marche al sur podría ser considerado afiliado a Hamás.
Además, los ejecutivos de Misgav ya parecen formar parte integrante de la elaboración de la legislación gubernamental. Misgav está dirigida por el ex asesor de Seguridad Nacional de Netanyahu, Meir Ben Shabbat, una figura influyente en el ámbito de la seguridad israelí y uno de los arquitectos de los acuerdos de normalización de Israel con EAU, Bahréin y Marruecos. Misgav también está financiado por Kohelet Policy Forum, ahora conocido por estar detrás de los planes de reforma judicial del actual gobierno israelí.
Los fundadores y antiguos presidentes del Instituto también están vinculados al gobierno israelí. El ex presidente Yoaz Hendel fue ministro de Comunicaciones de Israel. Moshe Yaalon fue ministro de Defensa con Netanyahu. Moshe Arens también fue ministro de Defensa y de Asuntos Exteriores de Israel. Natan Sharansky fue ministro del Interior y viceprimer ministro.
EEUU ES «CÓMPLICE»
Uno de los puntos críticos del documento del Ministerio de Inteligencia hacía hincapié en la necesidad de recabar apoyo internacional para el plan de expulsión, algo que, según los analistas, ya están haciendo los aliados occidentales de Israel.
El 20 de octubre, la Casa Blanca envió al Congreso una solicitud de financiación de 14.000 millones de dólares para ayuda a Israel, Gaza y Ucrania. El lenguaje de la carta ha sido objeto de escrutinio por sugerir el desplazamiento forzoso de los gazatíes a otros países.
La carta dice así:
«Estos recursos apoyarían a los civiles desplazados y afectados por el conflicto, incluidos los refugiados palestinos en Gaza y Cisjordania, y para hacer frente a las posibles necesidades de los gazatíes que huyen a los países vecinos… Esta crisis bien podría dar lugar a desplazamientos a través de [la] frontera y a mayores necesidades humanitarias regionales, y la financiación podría utilizarse para satisfacer las necesidades de programación en evolución fuera de Gaza».
DAWN criticó la redacción de la solicitud de la Casa Blanca y pidió al Congreso que rechazara el proyecto de ley de financiación suplementaria.
«La administración Biden no sólo está dando luz verde a la limpieza étnica, sino que la está financiando», declaró Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de DAWN. Convencer a los estadounidenses de que faciliten los planes israelíes de despoblar Gaza bajo la excusa de la «ayuda humanitaria» es un engaño cruel y grotesco».
Aunque la petición de la Casa Blanca reconocía la posibilidad de que los gazatíes fueran expulsados durante la guerra, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha mostrado previamente en contra de este desplazamiento forzoso. La Casa Blanca no respondió a las preguntas de MintPress News en busca de comentarios sobre el proyecto de ley de ayuda.
«Los estadounidenses están apoyando a Israel y creando unas condiciones sobre el terreno que son catastróficas desde el punto de vista humanitario», declaró Shapiro, de DAWN, a MintPress News.
Hasta ahora, Estados Unidos ha rechazado repetidamente los llamamientos a un alto el fuego en la guerra de Israel contra Gaza. Sin embargo, Biden abogó recientemente por una «pausa» para garantizar la liberación de los cautivos estadounidenses retenidos por Hamás. Estados Unidos también ha enviado a altos mandos del ejército para asesorar a los militares israelíes en su invasión terrestre de Gaza y ha aumentado sus armas y tropas en las regiones de Oriente Próximo y el Mediterráneo Oriental. Esto ha incluido envíos de jeeps blindados y armamento avanzado a Israel.
Las imágenes que circulan por Internet también muestran armas de fabricación estadounidense que contienen fósforo blanco y que se utilizaron en el asalto israelí a Gaza. Estos proyectiles de artillería fueron fabricados por Pine Bluff Arsenal, un fabricante de armas químicas con sede en Arkansas conocido por suministrar munición de fósforo blanco.
[Las FDI han afirmado que utilizan fósforo blanco en Gaza no como arma, sino para iluminación/marcación].
«La mayoría del mundo se opone a este ataque contra Gaza», dijo Buttu. «Pero aún así, Europa Occidental, Estados Unidos y Canadá no lo están».
Buttu describió a Estados Unidos como «totalmente cómplice» del desplazamiento de palestinos en Gaza por parte de Israel, diciendo: «Este es un plan israelí que será firmado por los estadounidenses, por los canadienses, por Europa, etc.».
Los documentos políticos israelíes que promueven la limpieza étnica de Gaza simplemente reflejan lo que muchos políticos israelíes y expertos de los medios de comunicación han expresado desde el comienzo de esta guerra.
Un miembro del parlamento israelí, Ariel Kallner, pidió que se repitiera la limpieza étnica de palestinos durante el establecimiento de Israel como Estado en 1948, conocida como la Nakba o «catástrofe» en árabe, excepto que a una escala mucho mayor.
«Ahora mismo, un objetivo: ¡Nakba! Una Nakba que eclipse a la Nakba de 1948», escribió Kallner en X.
Dror Eydar, ex embajador de Israel en Italia, pidió la destrucción total de Gaza durante una entrevista en directo con el canal italiano Rete 4.
«Para nosotros, hay un propósito: destruir Gaza, destruir el mal absoluto», dijo.
Mientras Israel sigue bombardeando Gaza e incluso una pequeña cantidad de ayuda humanitaria lucha por llegar al enclave asediado, se está llevando a cabo rápidamente otra Nakba, o quizás sólo otro capítulo de esta serie genocida.
«Esto no ha sido más que una continuación desde el 48», dijo Buttu. «Es sólo este goteo lento para que la gente se vaya y, en algunos casos, no un goteo lento, sino incluso uno más rápido».
Foto principal | Ilustración de MintPress News
Jessica Buxbaum es una periodista afincada en Jerusalén que trabaja para MintPress News cubriendo Palestina, Israel y Siria. Su trabajo ha aparecido en Middle East Eye, The New Arab y Gulf News.
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